Elsie Carbó
Habrá hechos que no son noticia para todos pero sí lo son para una parte que ya están jubilados después de haber trabajado durante más de 40 años en distintas direcciones en este país llamado Cuba, y es que este domingo ellos fueron convocados a un punto de la geografía capitalina para celebrar un encuentro entre viejos amigos y colegas de antaño, que si vas a ver cumple el rol de novedad porque no abundan estos agasajos festivos a los que ya cumplieron su misión y están en sus casas solitarios y aburridos en su nueva posición.
Entonces una reunión como esta alegra el corazón y colorea la vida que ya para los jubilados tiene tonos grises de un otoño que se va, fue agradable al decir de Paco Lago, uno de los participantes a este reencuentro convocado por la DAAFAR, aún soñador en su historia como actor en el filme Historias de la Revolución de 1960, de Gutierrez Alea, o como aquella otra como piloto de guerra, porque Paco Lago, es un hijo querido de Cumanayagua, y como él hay otros también con leyenda, como la de Gastón Sariol, piloto en la Aviación civil, u otros que fueron al convite, que al igual que ellos llevan años en el retiro espiritual del hogar y ahora se han vuelto a ver para brindar y celebrar juntos, en el abrazo de los que se saben como hermanos, alejados por las distancias o el reposo de la vejez, pero anhelando en sueños aquellos viejos tiempos de la juventud.
Ellos pasaron un domingo festivo en compañía de los recuerdos que hacen olvidar aunque sea por unas horas que ya nada es lo mismo, ni ellos tampoco son los de antes. Buena idea la de los organizadores de este evento que los llevó nuevamente a las pistas de aquellos aeropuertos desde donde ahora sobrevuelan de nuevo con la memoria de otra luz.
Nota: Las fotos fueron tomadas por Sariol, en las dos últimas aparece Francisco Lago (Paco) junto a Osvaldo Dorticos, con quien trabajó, la otra es de la película Historias de la Revolución...