Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

sábado, 23 de enero de 2010

Testimonio personal de alguien que está en Haití

A Marilou Roy la sorprendió el terremoto. Ella vive en México pero fue a visitar a su familia a Puerto Príncipe. Su testimonio es una muestra de lo que está ocurriendo en ese país, y también una prueba de la solidaridad de las personas en el mundo porque ella encabeza un movimiento de ayuda a través de las redes sociales como Facebook en Internet. Su hijo desde México clama por esa ayuda para las personas que su madre acogió en su casa. Son cientos los que necesitan de todo. Estas son sus vivencias de ese día.


Asunto: Testimonio de Marilou Roy en directo....

EL PERIODO “NEGRO” DE HAITI…

12 de Enero 2010, 4.52 pm… Me encuentro en linea chateando con mis hijos cuando de pronto me empiezo a marear. Volteo a mi alrededor y comienzo a entender lo que esta pasando. Dejo la computadora y voy corriendo hacia mi papa y mi hermano que se encontraban en un porchecito de la casa, viendo la tele. Pero por la intensidad del terremoto, no podia moverme bien y me tuve que agarrar del marco de una puerta. Se escuchaba un ruido espantoso, gritos de personas, aparte de un monton de cosas que se caian y se rompian dentro de la casa. Mi papa se quedo sentado en su sillon, petrificado y mi hermano, cuadraplegico, tenia los ojos desorbitados, sin poderse mover y viendo una enorme tele que se le venia encima. Afortunadamente, solo le rozo los pies y cayo al suelo. Esto duro un minuto, pero nos parecio una eternidad… Yo se que las personas que han vivido un temblor, como por ejemplo el de 1985 en Mexico, saben a que me refiero.

Cuando se calmo, pude acerarme a sacar a mi hermano en su cama rodante, por una rampa que construimos en la casa, y le dije a mi papa que saliera al patio. Abrace a mi hermano para tranquilizarlo, ya tenia lagrimas en los ojos… En ese momento ya estaba todo el mundo afuera en el patio, llorando y gritando JESUS, JESUS, GRACIAS JESUS!!!

En realidad no estabamos conscientes de la magnitud de la tragedia, pero a los pocos minutos empezamos a ver gente corriendo en la calle, pasaban frente a nuestra casa cargando heridos y pidiendo auxilio. En ese momento comprendi que habia sido algo muy serio. Al encender el radio empezamos a escuchar a la unica estacion de radio (SIGNAL FM) que quedo en pie, y de ahí se fueron dando mas y mas testimonios, cada vez mas dramaticos. Escuchabamos de edificios conocidos que se habian desplomado y nuestro asombro aumentaba progresivamente. Asi pasamos el resto de la tarde y la noche empezaba a caer sobre nuestra angustia y nuestro temor. Comenzo el desfile de damnificados, muchos de ellos familiares o conocidos de los inquilinos de mi papa. Afortunadamente, la “geografia” de la casa permitio que el no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo pues hubiera entrado en panico. Inmediatamente, tuve que entrar en accion y poner algo de orden. Cuando logramos cerrar la reja, ya habian entrado casi 300 personas, suplicando que los dejaramos dormir en el suelo… Sinceramente, yo estaba muy asustada, sin entender que ibamos a hacer. Como pudieron, se acomodaron y pasaron la noche. Yo no cerre el ojo en toda la noche, pensando en toda esta situación. Muchos no pudieron dormir tampoco.

Esa misma noche, alrededor de las 12 un rumor terrible… Miles de personas subian del centro de la ciudad hacia Petion Ville porque supuestamente el mar los iba a tragar… iba a haber un Tsunami…Afortunadamente, no paso a mayores.

A la manana siguiente, fui a ver a los damnificados y me pedian agua. Les dije que no teniamos manera de suplir las necesidades de tanta gente y que tenian que salir a buscar ayuda. Eso hicieron y la noche siguiente, o sea el miércoles 13, ya eran aproximadamente 200. El dia jueves sali a ver la manera de surtir agua a los inquilinos pues al no haber electricidad, la bomba no funcionaba. Inmediatamente, detecte a una de las inquilinas con “madera” de lider y le pedi ayuda. Ella accedio gustosa y me propuso formar un pequeño comité, lo cual hicimos con 4 personas conocidas. Comenzo a entrar el orden, la gente accedia a ser “dirigida” por nosotros, por su propio bien pues para entonces las noticias eran devastadoras. Muchos se iban enterando de familiares muertos en el incidente y era un sollozo continuo. Se organizaron por familias y por grupos de amigos. Hicimos un censo de las personas, 197. Comenzamos a repartir agua en cubetas sacandola de la cisterna. Luego vino la cuestion de alimentarlos. Compramos arroz, maiz molido, frijoles, verduras, platanos machos, algunas frutas, café, azucar, pan…y empezamos a repartir por familia o por grupo. Lo primordial era el agua potable. Afortunadamente, un inquilino es dueno de una planta tratadora de agua y nos ofrecio traer bolsas de agua (el agua potable economica para el pueblo aquí se vende en bolsitas selladas, no en botellas). Asi la llevabamos, aprendiendo dia con dia mas formas de organizar las necesidades de todos. Lo mas preocupante era la INSEGURIDAD. Se escuchaban rumores por todos lados de bandidos y ladrones que saqueaban casas, negocios, y asaltaban (y hasta mataban) gente por todos lados. Aparte del estrés debido a la situación misma, reinaba el temor a estos bandidos.

Asi llego el miércoles 20… 6 AM, una replica de 6.1… El caos aun reinaba en todo el pais, en el gobierno, en las autoridades, y no se habian tomado medidas especificas en muchas areas. Panico total, gente gritando y corriendo por todos lados. Ese dia decidieron muchos emprender camino hacia otras ciudades, y al no haber transporte se lanzaron a pie…

Jueves 21, nuevo censo. La población se habia reducido a 110, incluyendo a mi familia. Por un lado senti alivio, aunque me preocupaba la suerte de los “desertores”. Seguimos con nuestra “organización”, repartiendo agua en cubetas y proveyendo los alimentos que las personas cocinaban en estufitas de kerosen o parrillitas de carbon. Seguiamos en tinieblas y sin suministro de agua no potable. En las calles, empezo el mercado negro, todo subio de precio… Eran unas filas interminables para comprar gasolina, y a precios exorbitantes (US$ 10-12 por galon). Afortunadamente ahora, al menos lo de la gasolina esta bajo control. El precio volvio a 250 Gourdes por galon, aunque antes del desastre eso equivalia a 5.95 dlls y ahora equivale a 8 dlls aprox. (Antes se cambiaba a 42 gourdes por dólar y ahora son entre 30 y 32 gourdes por dólar).

Hoy, viernes 22, la situación sigue siendo triste, angustiante… pero al parecer hay una cierta calma, que me parece mas bien resignacion, en el pueblo haitiano. El pueblo mismo se las arregla como puede. Hoy nos toco ver a un ladron que, por falta de policias, la gente misma habia matado a machetazos…

Esto es lo que se esta viviendo en la actualidad. Ha comenzado un exodo masivo hacia otros paises que generosamente han abierto sus fronteras. La mayoria de la gente nos manifesto su frustración y enojo porque no les llega la ayuda. Los trabajos se han enfocado mas a lugares conocidos, grandes hoteles, edificios gubernamentales, barrios gigantescos, en fin… Pero dentro de todo seguimos vivos, y seguimos adelante, con la gracia de Dios.

MARIE LOUISE ROY
Testimonio personal