Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

domingo, 18 de julio de 2010

En la Cofradía de la Negritud


Por Elsie Carbó   Los cubanos y las cubanas vivimos una dinámica de vida única en el planeta, sobre esto pensé al asistir este domingo a una conferencia del Doctor en Ciencias de la Universidad de la Habana Esteban de Morales, que versó acerca de los problemas raciales en la sociedad.
Me puse a pensar porque con este calor que padecemos, la inescrupulosa hora de las 3 de la tarde que escogieron para el tema y la penosa situación del transporte, dada la lejanía de la reunión que era en La Lisa, hay que tener una buena justificación para permanecer más de 4 horas sentada voluntariamente en una silla plástica.
Pero tengo que decir que en mí primó la expectativa por escuchar y ver a una de las personalidades más admiradas en el panorama político público actual, no solo por sus artículos donde critica la corrupción, y que le valieron la expulsión de las filas del Partido, sino por ensayos, libros y estudios sobre diferentes tópicos de la racialidad y su historia, entre otros, por lo que supongo que a los demás invitados también le funcionó la misma seducción.
Asistí invitada por Tato Quiñones, uno de los miembros fundacionales de la Cofradía de la Negritud, algo que podrá sonarle inusual a muchos pero no es nada más, ni nada menos, que una forma de juntarse en La Habana para discutir evidentes problemas raciales que molestan en la actualidad, como tantos otros casos, pero que no vienen a estar en el orden de esta reunión.
Si, porque cuando se pensó que ya todo estaba bien al haber creado una Federación de Mujeres Cubanas para defender los derechos de las mujeres no se tuvo presente que el negro también necesitaría una organización, al igual que ahora Mariela Castro abogó por el reconocimiento de los homosexuales, que también lo han necesitado, pero en aquel momento se dio por sentado que el racismo ya estaba muerto y enterrado, y que con solo ondear aquella frase de Martí que se refiere en un todo al hombre sin mirar su color, desaparecerían las diferencias y los prejuicios.
Pero no todo es tan sencillo y la realidad ha sido otra, de eso trató la conferencia del economista y politólogo, a la que le siguió una sabrosa y candente discusión por parte del público, mayoritariamente joven y negro, que sin obviar la parte anecdótica del problema, aprobaron la idea de elevar a las instancias del Parlamento cubano muchas de las opiniones vertidas en el cónclave.
Había leído muchos de los artículos publicados por Esteban Morales en distintos sitios y páginas Web relacionados con las políticas actuales de la Casa Blanca y otros de disímiles tópicos, sin embargo, lo mejor ha sido escucharle, no solo por ser el profesor, el catedrático o el maestro, sino por ser ese ser humano pausado, sin aspavientos o soberbia, que cuenta sus vivencias de niño humilde, provinciano y negro.
_! Cuidado con eso! Dijo: "no se equivoquen, eso sí era racismo"
También recordó que si no hubiera sido por un profesor del colegio en Cárdenas que conocía a su padre, la beca que había obtenido por sus brillantes notas casi la pierde cuando supieron que era de una familia pobre y no blanca.
En fin, que ya al filo de las siete de la noche repartieron la merienda y nos marchamos, unos, con varias ideas más definidas de cómo influir en el entorno actual que nos rodea para combatir el racismo, y otros, como yo, tratando de divulgar estas cosas, para que se conozca de qué se trata la recién fundada Cofradía de la Negritud.