Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

martes, 12 de junio de 2012


Del Concurso Ricardo Sáenz In Memoria

Por Elsie Carbó

Hace pocos días la colega Zenaida Ferrer me pidió que integrara el jurado del Concurso de periodismo Ricardo Saéz In Memoria que se celebra desde hace algunos años en el país, en cuyas bases compiten los géneros del periodismo en prensa escrita y también en blogs digitales con sus características específicas. Y en estos últimos se centró mi trabajo.

Nada fácil es el análisis de los blogs en la red, en los cuales además de indicar los temas y el uso de las normas del periodismo o la fotografía en las interfaces, había que clasificar la destreza en el buen manejo de las tecnologías en Internet y su impacto en la blogósfera.  Y dije que la encomienda no fue nada viable porque de entre los siete que se presentaron  había que escoger tres, y luego uno solo para el premio.

Así quedaron tres finalistas, que luego, el jurado presidido por José Dos Santos López e integrado por Angela Oramas Camero, Alberto Rodríguez Fernández, Mercedes Ramírez  Pérez y yo, otorgaría el galardón a la bitácora Cubacinco, de Rafael Hojas Martínez, por su ajuste a los requisitos que exige la convocatoria, la adecuada utilización de las tecnologías digitales, un atractivo diseño y buen manejo tanto de la fotografía y del periodismo, así como la selección y trascendencia de los temas escogidos por  su autor, unido a esto la actualización en tiempo real, y su posesionamiento en la red.

Los finalistas a los que hago referencia fueron además, Paquito de Cuba, de Francisco Rodríguez Cruz, y Cuba Ala Décima, de Pedro Péglez González. Cualquiera de ellos también pudo haber sido el ganador, pero solo uno debía alzarse con el galardón y ese fue Cubacinco.

Me gustaría explicar algunos aspectos que tomé en cuenta, por ejemplo, las reglas básicas para una buena navegación en Internet: como son usabilidad, actualidad, confiabilidad, interoperatividad, diseño centrado, colaboración en la web, y el compartir información en sitios web 2.0, web semánticas o wikis. Llegué a la conclusión que cualquiera de ellos se ajustaban a lo que buscábamos, sin que quiera decir que lo cumplirían todo exactamente, porque no es tan natural con los requerimientos tecnológicos y nuestras conexiones actuales, que inciden  fundamentalmente para poder usar sin interferencias los instrumentos de que disponemos.

A diferencia de otras web 2.0,  periódicos, revistas, web oficialistas, etc.,  pasivas para el lector, los blogs son creadores de contenidos dinámicos, generados por ellos mismos en una comunidad virtual, donde los usuarios no se limitan a la observación distante, sino que participan vivamente y se interrelacionan con el creador, de ahí su categoría.

Tomé en cuenta una serie de aplicaciones en la tecnología utilizada en el blog, que van desde la actualización en tiempo real, el sistema de gestión de contenidos, la dinámica, bases de datos y la estética visual, donde destacan el atractivo y el interés que capten en el lector, con esto quiero referirme a un punto necesario, el título, y hacer mi breve homenaje al inspirador de este concurso, Ricardo Sáenz, por ser él un excelente titulista y un profesional del periodismo, cosa que si cambiaría algo es en la tecnología de uso, nunca será en su esencia, porque un buen título es un buen título aquí y allá, no hay términos medios, todo el que trabajó con Ricardo lo sabe, y la web también se rige por esas premisas, la gente que entra en una web es por que básicamente busca algo.

Hacerlo sencillo, atrayente, curioso, simpático, es decisión del creador, es un sitio donde la gente no se sienta perdida o extraviada, o sencillamente defraudada. Leer en pantalla cuesta mucho, por lo que, en el caso de textos para Internet, hay que reducir y simplificar todo lo que puedas. La confianza es algo que cuesta mucho ganar. Si en el mundo real a veces nos cuesta fiarnos del vendedor del puesto de la esquina, imagínate cómo nos sentimos cuando navegamos en Internet y llegamos a un sitio dónde nos desanima algo en la presentación. El usuario abandona. Esto quiere decir que sin usuarios la página muere.

Esto es en línea general lo que tuve en consideración para seleccionar las tres bitácoras que precedieron, luego de la votación final, al primer lugar del concurso.

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 Adjunto además el resto de los premiados en prensa escrita que a partir de la calidad de los trabajos presentados, el Jurado decidió otorgar los premios siguientes: 

Información: 
PremioNovedades sobre grabación de voz de José Martí, de Randy Saborit Mora, de Prensa Latina. 
Reportaje: 
Premio:  La maldición de la cachiporra, de Bárbara Inés Avendaño Pérez, de la revista Bohemia. 
Comentario: 
Premio: Protección desprotegida, De Ramón Barreras Ferrán, del periódico Trabajadores
Menciones: 
-Educación vietnamita coquetea con el futuro, de Charly Morales Valdo, de la Agencia Prensa Latina. 
-De togas y de todos, de Liset García Rodríguez, de la revista Bohemia. 
Retrato para Entrevista: 
Premio: No tenemos por qué estar tristes, de René Pérez Massola, del periódico Trabajadores. 
Premio especial al mejor tratamiento de temas de la economía nacional 
Premio: “Las mieles son mas dulces”, De Ana Margarita González Martínez, del periódico Trabajadores.
Menciones:  
-Conjunto informativo sobre la implementación de los lineamientos económicos y nuevas medidas del modelo económico cubano, De Fidel Rendón Matienzo, de la Agencia de Información Nacional. 
-¿Quién le pone el cerdo al plato?, de Juanita Perdomo Lazareda, del periódico Trabajadores.  (Más información en www.cubaperiodistas.cu)

lunes, 4 de junio de 2012

Cultura del maltrato

Algunos de los medicamentos que irían a parar a la basura por caducar su fecha de utilización

Era demasiado soñar con que la doctora llegara temprano, atendiera a todos los pacientes y mi mamá saliera del consultorio con un diagnóstico o algunas recomendaciones que le atenuaran sus dolores en la columna.

Mami tiene 92 años pero está bastante bien para su edad, aunque sus eternos malestares en la espalda debido a la cervical y otros trastornos que siempre vienen con los años, la han tenido quejándose y medio postrada en estos días, ahora más que han arreciado las lluvias y la humedad.

Por eso decidí llevarla hoy lunes temprano a la consulta del médico familiar que me toca en mi comunidad, y como me queda a tres cuadras salimos con la fresca para  no quedar entre los últimos de la cola, sin embargo, mis expectativas se estropearon porque la doctora no fue a consultar, a pesar de que ella no tiene que pedir botella ni coge camello en esta ciudad, porque vive en los altos del mismo gabinete, un inmueble de dos plantas construido por la Revolución para esos fines y con la idea  de que los galenos no tengan que pasar trabajo para ir a trabajar y los enfermos gocen del placer de sentirse atendidos.

Mientras indagaban las razones que tuvo la doctora para no bajar observé que se tiraban a la basura un grupo de medicamentos que recién habían llegado del almacén, pero por su fecha de vencimiento (2008) no se podrían utilizar, según comentó la enfermera auxiliar que ya está cansada de dar las quejas en otras oportunidades por la misma causa.

_Estuvo de guardia el día antes. Al fin los pacientes tuvieron información y como es de esperar, calabaza, calabaza…. Incluida yo, lo que me hizo añorar al otro médico que trabajaba en este mismo consultorio número 9. Elier de Hombre, actualmente cumpliendo misión en el extranjero, a quien nunca una guardia de 24 o 30 horas en su correspondiente policlínica le impidió llegar a tiempo para cumplir con su jornada laboral, nadie lo vio nunca malhumorado, ni desatento, por el contrario, con el podías cantar esa canción de que a la hora que me llames voy. Tal vez por eso ya no está. Fue a brindar servicio primero en Belice y ahora en Venezuela.

A esta cultura del maltrato ya nos hemos acostumbrado como un buen mal, si vamos a ver, es un servicio gratuito y no se puede pedir más, nos hacemos de la vista gorda y tratamos de resolver por otras vías alternativas, con el amigo o con el regalo, igual parece que sucede con los medicamentos echados a perder, nadie responde por eso, y como siempre creí que decir públicamente estas cosas era hacerle el juego al enemigo de allá, confieso que en estos momentos ya no sé si mi enemigo está del lado de acá.