Hace mucho tiempo que no voy por el Hurón Azul, en la UNEAC.
Ese espacio de deleite popular creado hace algunos años por el Ambia para leer poesía, beber ron y contar chismes, perdón, mantenerse actualizado en el acontecer diario, mientras suena un guaguancó debajo de los laureles. Y dicho esto ya todos sabrán que la razón de que no vaya es que ya nadie lee poesía, el ron te lo traen sin hielo, los chismosos tienen expedientes abiertos y la rumba solo se ve esporádicamente en la tele algún sábado.
Pero me gusta recordar aquellas pasionales tertulias con amigos y amigas entrañables, que algunos todavía andan, como Argelio Santiesteban, por saludar de paso, y a quien le he escuchado decir los mejores chistes en mi vida, muchos de su autoría y otros del gracejo callejero pero difíciles de repetir en este post, por eso es mejor traer aquellas exquisitas cuartetas que se repetían de mesa en mesa y se copiaban a mano en las agendas de los asistentes ante el temor de olvidarlas de camino.
Muchas se las achacaban a Guillermo Rodríguez Rivera o a Wichy el rojo, en fin, esta que les transcribo es haciendo un esfuerzo de la memoria y realmente no sé de quien fue, pero de lo que si estoy segura es que no tiene parangón con ninguna otra de las que escuché, y !válgame el cielo! que las hay muy buenas. Entonces ahí se las dejo.
El director del cementerio de La Habana
avisa que vayan a ver
el cadaver de Carpentier
parte a París la próxima semana
Como les decía, no puedo asegurar su autoría, pero si alguien de los que lean este blog tiene noticias, que no pierda tiempo para hacérmelo saber.