Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

sábado, 17 de enero de 2009

El signo de los tiempos por venir


Estaba leyendo sobre el gran espectáculo que será la toma de posesión de Obama este martes en Washington, y estoy pensando en la variedad étnica que se dará cita frente a las escalinatas del Capitolio donde se realizará la ceremonia de juramentación.

Y lo digo por la pianista venezolana Gabriela Montero, en la foto de la derecha, el celista estadounidense de origen chino, Yo Yo Ma, el violinista judío estadounidense Itzahak Pearlman, y además el clarinetista afro-americano Anthony McGill, quienes formarán el cuarteto que interpretará una pieza creada para la ocasión por John Williams, el famoso y prolífico compositor de música para películas como la Guerra de las Galaxias, Tiburón o Parque Jurásico.

Pero además, la cosa no se queda ahí, la otra figura que pondrá color a la ceremonia será Shakira, de quien solo hay que apuntar su origen latino porque su popularidad ya es conocida por todos.

Me llama la atención cómo llegó a ser invitada la Montero para integrar este cuarteto y veo que tiene una importante trayectoria como pianista clásica, y además muy versátil en el dominio de la improvisación, lo que le da un ángulo distinto a su carrera.

Por otra parte John Williams se dice que se ha esmerado muchísimo para que la pieza sea perfecta para la importancia de la ocasión. Es una obra que contiene un tema muy conocido y aparentemente uno de los favoritos del presidente electo Obama, que tiene momentos solemnes, muy profundos pero además alegría, un júbilo, por lo que viene.

He leído que a la Montero frecuentemente la asocian con el éxito mundial de las orquestas juveniles de Venezuela, pero ella no es precisamente producto de esa institucionalización, porque no se formó en Venezuela.

Ella a los 8 años fue para EEUU., aunque ha expresado que su relación con las orquestas juveniles es fantástica porque adora a los muchachos. Le parece que la labor que han hecho Gustavo Dudamel y José Antonio Abreu es increíble y se merecen todo el éxito que están teniendo en este momento.

No está vinculada al movimiento musical venezolano físicamente pero sí de manera sentimental, según dijo en una entrevista hace poco, porque conoce a todos los músicos y ha tocado juntos a ellos muchas veces, y piensa que son increíbles y siempre está interesada en ayudar en algo, entonces trata de hacerlo en la medida de sus posibilidades ya que tiene una carrera internacional con una agenda apretada y es imposible estar involucrada como quisiera. No obstante entre 2003 y 2006, pudo hacer algo de docencia y contribuyó un poco.


Su último disco con el sello Emi, que se llama Barroco, es un disco de improvisaciones basado en temas barrocos conocidos y populares, ha sido nominado al Grammy como Best Clasical Crossover.

Realmente el público no está muy familiarizado con su obra porque no está muy versado en la música clásica en estos tiempos de rap y reguetones pero también es cierto que la mayoría ha escuchado temas como las Cuatro Estaciones de Vivaldi o los conciertos de Bach, donde ella se ha destacado por sus inprovisaciones.

En esos temas ella rompe completamente el molde clásico de lo que se acostumbra a hacer en el mundo de lo llamado "serio", cuando se toca a los grandes compositores de partitura y banqueta, por eso yo pienso que un auditorio que quizá no esté tan acostumbrado a la música clásica pueda encontrar por allí un camino más viable y más fácil, tal y como ocurre en el jazz, sin categorizarla como jazzista, desde luego.


Se sabe que en el mundo clásico hasta hace un siglo se improvisaba. No era algo normal porque para eso se requiere de un talento quizás como el de Mozart pero es algo que sucedía.

Solo hay que tener oído para identificar la gran diferencia que hay en el estilo jazz y el estilo clásico, pues cada uno es es una cosa distinta, como sucede siempre en cada aspecto de la vida, cada cual explora a su manera y cada cual es flexible a su modo de interpretar el mundo, y de eso se trata, el mundo necesita cambiar de ritmo, necesita explorar y necesita también ser más flexible, no solo a la hora de escuchar la música, sino de decidir el rumbo.

Entonces en este extraordinario mosaico de culturas que le darán la bienvenida al nuevo presidente destacará la poca rigidez estilistica de este cuarteto y hasta su multiple integración étnica que bien podría simbolizar el signo de los nuevos tiempos que están por venir.

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