Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

sábado, 18 de julio de 2020

Venir a Cuba para mí fue un plan de Dios



 
Por Elsie Carbó
Ecarbo@enet.cu


Avelina Conceicao está a punto de graduarse en medicina. Ese maravilloso suceso ocurrirá a finales de este mes, y después ella partirá definitivamente hacia Benguela, su ciudad natal, de donde salió hace siete años para realizar el sueño de su vida, ser doctora.

Ella es una de los miles de jóvenes que Cuba ha preparado como médicos y que luego han regresado a sus países a ejercer la profesión.

“Los ideales que me llevaron a viajar fueron el poder aprender de quienes son expertos en la materia, los profesores cubanos de medicina, o sea la medicina cubana.” Son palabras de ella que expresan un profundo sentimiento de reconocimiento dicho con sinceridad. Ahora sus próximos pasos son continuar la especialidad en Benguela, casarse, tener hijos y llevar adelante su vida religiosa, que siempre ha estado activa como cristina católica donde quiera que esté, de ahí que asegure que venir a estudiar a Cuba fue un designio supremo.

Para la cultura de Benguela cada acto humano alcanza una explicación desde la perspectiva tradicional, con lo cual la inteligencia, el bienestar, el éxito en la vida, hasta la muerte, se relacionan con estos procesos, en su país, como en otros del continente africano, con economías emergentes, el peso de la cultura ovimbundo tradicional toma relevancia en todos los aspectos de la vida social.

Conversar con Avelina es fácil porque ha dominado con soltura y técnica el  español, algo a veces difícil para extranjeros que lleguen sin un conocimiento previo del idioma, quizás su cultura de base la ayudó, basta saber que su país fue sitio de residencia de esta etnia ovimbundo, de ascendencia bantú, que ocupa parte importante del centro–sur de Angola, y si sabemos que esta lengua es considerada de las más influyentes entre las múltiples lenguas nacionales de esta nación, no es extremo pensar que quienes la practican asimilen más fácilmente otras culturas foráneas.

Evangelina es una mujer fervorosa, para ella nada está al azar en su vida, ni el hecho de ser una excelente cocinera, amante del hip hop en sus ratos libres, y muy leal a las amistades, lo que se traduce en una hermosa vida, plena y repleta de oportunidades, donde la pirámide se asienta en la religión, luego viene la familia y después el llevar esperanza y salud a sus pacientes.
La familia ocupa el segundo lugar en mi vida”, lo dice con orgullo porque asegura que si está en Cuba es porque ellos dieron todo para que así fuera.
“Mi mamá es de la provincia de Huambo, y mi papá es de Benguela, igual que yo".
Y afirma que su madre es una mujer muy valiente, pues ha criado a cuatro hijos sola, además de sus hermanos, pues ellos son huérfanos desde muy chiquitos”.Agrega...

Son miles los jóvenes de África que han venido a Cuba a estudiar como parte de los acuerdos entre países amigos que se respetan, Evangelina es uno más de esos que se han esforzado para intercalarse en una cultura desconocida y ajena, que no siempre les resulta fácil o cómodo, sobre todo cuando a veces su gobierno demora sus cuotas de la ayuda monetaria y tienen que arreglárselas autofinanciándose como puedan.
“Cuando llegué en 2013 fui a vivir a Cojimar, un albergue, allí me quede hasta agosto de 2014 que fui para la ELAM, que también es un albergue para estudiantes y escuela de primer y segundo año, y me quede allí hasta Julio de 2016 que fuimos para la residencia Presidente Allende para comenzar el tercer año en el hospital Miguel Enriques.”
Claro que no siempre vivió albergada porque muchas veces, por la lejanía a los centros donde estudiaba encontró otros sitios para vivir rentada y acortar las distancias, lo que le dio un panorama más abarcador de la vida cubana, su idiosincrasia y sus costumbres, algo que para ella será, donde quiera que vaya, una experiencia perdurable que siempre irá con ella.

Su graduación ahora es su próxima meta, lo que le conceda el destino, aún es un secreto, pero tiene la fe que será ese lindo sueño que siempre ha llevado en el corazón.



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