Elsie Carbó
¡Qué importa uno más! Cuántos he visto en estas casi seis décadas?
Eso no tiene chiste. Ahora de lo que sí estoy segura es que éste es el que más
revuelo ha levantado, hasta en los mensajes personales que mis amistades me
envían viene implícito, o por el glamur del primer baile o por los ataques a los manifestantes y las ofensas a los
medios de comunicación, pero no falta una alusión al nuevo presidente, ya sea
para ensalzarlo o para denigrarlo, da igual, y el sabor que me deja cada uno es
que nadie va a viajar gratis a las estrellas, porque tampoco nadie sabe qué va
a suceder en las próximas 24 horas, solo que a su discurso lo atraviesa un
furibundo nacionalismo triunfal. Tirios, troyanos o escépticos en esa dimensión
estamos y lo mejor es observar. Aunque soy de las que intuye que no está lejano
el día en que veremos desembarcar por Rancho Boyeros el Jet presidencial, sino, estén atentos a los próximos pasos de baile del flamante negociador Jason
Greenblat, seleccionado para dirimir las políticas de Estados Unidos y los negocios que vendrán, y entre ellos estamos en la mira..., no lo olvides. .
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