Esa "cosa" es lo que hace cantar al tomeguín del pinar

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sobre un video del incendio en la gasolinera de Santiago



Todo parece apuntar a que un aficionado tomó con su celular un video que hoy anda recorriendo las computadoras del país. Lo ví hoy y quedé pasmada, por usar una palabrita fina, porque en realidad lo que me ocurrió fue que pegué un grito cuando aquello ante mis ojos se llenó de llamas y se me erizaron todos los pelos del cuerpo escuchando los gritos de la gente que se estaba quemando. Quizás alguna película de sábado podría mejorar las imágenes.

Fue horrible lo que sucedió en ese fuego, pero más lo fue la negligencia y la irresponsabilidad de todo el que estaba allí, ¿cómo se explica que personas conocedoras del peligro que entraña la gasolina derramada se amontonaran en la calle a recogerla con cubos, latas, jabas de nailon y hasta los propios cascos de las motocicletas? Este hecho me deja perpleja. Nada lo justifica, siendo ellos, la mayoría que estuvo dentro de las llamas y hasta perdieron sus vidas, choferes experimentados y entendidos en cuestiones de líquidos fácilmente inflamables, que permanecieran dentro del radio de la muerte sin inmutarse, solo por recoger un poco de gasolina gratis.

Este video es devastador, saltan a la vista, además de la irresponsabilidad ciudadana, donde hasta los niños chapoleteaban en el charco sin que apareciera en largo tiempo la policía para contenerlos. Al rato se observa un carro patrullero que se acerca cuando ya aquello era un conglomerado de pueblo alrededor de la bomba de gasolina derribada que vertía el chorro de combustible hacia la calle. Ese mismo auto al parecer queda envuelto en llamas, por lo que se aprecia en el video quedarían atrapados también por la candela.

A todas estas, se ve un camión de bomberos que llega al lugar, antes de que se incendiara el servicentro, despacio se bajaron cuatro hombres con trajes especiales y otro vestido de uniforme verde olivo, pero no tomaron ninguna providencia, solo se detuvieron a esperar, mientras el chorro de gasolina seguía vertiendo. Luego, cuando explotan las llamas también alcanzaron al camión, y se ve a esos mismos bomberos sacar entonces una manguera para apagar el fuego. También se escuchan voces gritando “ahí hay gente quemándose…”

Primera pregunta, por qué la demora en cerrar las llaves o lo que fuese que pudiera controlar la salida del combustible?
Segunda, por qué la policía no sacó a tiempo al personal que merodeaba para cerrar las calles?
Tercera, no hay previsto en esos sitios un plan de contingencias para accidentes de esta envergadura?

Tal vez el resto de las  preguntas estarían en esta cuerda, ¿quién fue el chofer que provocó este accidente? Dónde está? Qué culpabilidad tiene y, cuál es la razón por la que tenemos que enterarnos de estos hechos por un video elaborado por un aficionado? A quien habría que felicitar por su valor al seguir grabando a pesar del incendio y el peligro para él mismo.
 ¿Dónde estarían nuestros periodistas o camarógrafos de Santiago?

Ahh, no colgué el video porque no puedo subir nada pesado...



viernes, 24 de agosto de 2012

Un limón no hace historia y menos partido


De Benedito Ruy Barbosa a Félix B. Cañet no hay novela cubana o brasileña donde no aparezca la limonada para  refrescar un ambiente estelar, como tampoco falta en la vida real de cualquier país tropical a la hora de conjurar el cansancio y la sed, siempre fue así, tanto en el campo cubano como en la vida urbana, porque el limón ha sido el mejor aliado de la familia para contrarrestar las inclemencias del verano, hacer economías en el presupuesto doméstico y combatir ciertas afecciones gripales, como sucede  de un tiempo a esta parte aquí en La Habana, y no voy a mencionar al resto de las provincias porque no puedo dar fe, solo digo que  aquí en la capital, el limón se ha convertido en un aliado conspirativo, pues para sorpresa de muchos, se ha perdido como la frazada de trapear, el café, o la mañana  que se pierde en la tarde, según el viejo bolerón interpretado por el inolvidable Barbarito Diez.


Para colmo, cuando lo encuentras es tan caro y misterioso que hay que pensarlo tres veces. Yo compré cinco pequeños limones,  redondos, amarillos y duros como semillas de mamoncillos, sin embargo el carretillero me dijo que eran de una variedad foránea, quiso decir extranjera, por supuesto que tendrían que ser buenos, pensé, a juzgar por la trayectoria, la carga, el flete y el pasaje, solo tenía que aplicar un corte de costado para que brotara un néctar soberbio como de un manantial, pero de eso nada y que yo recuerde, nunca en los cientos de limones que yo piqué en mi vida campestre hubo que aplicar tales procedimientos, aquellos limones criollos (Citrus aurantifolia ) según su nombre en la enciclopedia cubana EcuRed, o aquellos otros que mi padre le llamaba persas,  grandes e intensos, jugosos y de corteza menos lisa, o los silvestres que se daban en las lomas y matorrales o en cualquier rincón donde hubiera tierra, o los lima con sabor dulzón y granos pulposos que soltaban el jugo como quiera que los pusieras, era posible una gran variedad que muchas veces solo eran para uso particular del campesino, porque a casi nadie le faltaba una mata en el patio, pero ahora algo ha sucedido, éstos de hoy no tengo idea de dónde salen la verdad,  ni dan jugo ni aparecen cuando los buscas, y sus precios andan como los ángeles por las nubes,  los cinco me salieron como a dos pesos cada unidad, y así no hay bolsillo que resista, mis amigos, lo aseguro a pesar de que este post sea intrascendente y sin historia, como el mismo limón partido.

martes, 3 de julio de 2012

La fiebre del oro




Notas personales de mis vacaciones en Guanabo. No todo lo que brilla es oro. Y después de esto, qué podríamos a hacer?.


Nada que ver con aquella otra fiebre que se hizo famosa en los territorios de California allá por los años mil ochocientos cuarenta y ocho, cuando los buscadores o colonizadores, como se les apodó, se lanzaron como fieras sobre la tierra y los ríos para atrapar o desenterrar lo que ellos pensaban los haría ricos, nada que ver con lo que sucede ahora con estos buscadores  modernos que ni se sumergen en los ríos ni penetran las rocas, ni lo uno ni lo otro, a saber, los nuevos colonizadores hacen su trabajo de otras formas, ingeniosas y peligrosas.

Acaso no ha escuchado el pregón de las cuatro esquinas anunciando que compro oro, enchapes o pedacitos del preciado metal a como sea? No es uno más de los que escuchan gritar a coro enfrente de tu casa o el llamado a tu puerta para preguntar si tienes prendas viejas, oxidadas, podridas o gastadas?. Al principio fue un leve llamado, luego menos contenido, en lo que va del año ya se destapa como uno de los anuncios más elevados y primitivos por sus modales, y también porque nunca van en solitario, se hacen acompañar en grupos de dos o tres repitientes de la misma tonada. Compro oro, enchapes, pedacitos…Lo que sea.

A tal novedad se une el uso de algunas agresivas técnicas rudimentarias pero que serían la antesala de lo que vendría después, una verdadera  orquestación de audacia y organización, dos parejas que vienen hacia ti, conversan animadamente, bien vestidas, lindas, ambos, la muchacha hace la pala. -Mira papi que bonita pulsera. -Eso no es auténtico pepilla. Luego de la afirmación y siempre sonriente y amable hacia la dueña de la pulsera, -oiga eso es solo enchape, déjeme ver.

Después de eso, ella solo sintió muy cerca al batir de un fajo de cuc que la otra pareja le abanicó frente a la cara, en caso de que seguramente quisiera venderle aquella anodina chatarra, que por el color negro que tomó después de que el muchachón bonito, con férrea cadena dorada atada a su hermoso cuello negro le echara aquel líquido en spray, dejaría de tenerla como algo de valor.

En fracciones de segundo el spray le golpeó la mano y ella solo atinó a quitarla y salir corriendo, luego en casa titubeó de la autenticidad de su prenda, heredada de su abuela, la que a su vez le había sido regalada por su madre en el siglo pasado, o sea que viene quedando como un pulso familiar elaborado por artistas artesanos del XIX cuando aquellos buscadores o colonizadores, todos ellos, tenían también la fiebre del metal incrustada al cerebro.

Lo peor de todo es que al cabo de una semana aún ella tenía la mano quemada por aquella química extraña de algún laboratorio privado. Pero lo mejor es que la pulsera volvió a recuperar otra vez su color del oro natural.

-Ya me parecía descabellado que fuera cierto que a la bisabuela la hubieran querido estafar también.

martes, 12 de junio de 2012


Del Concurso Ricardo Sáenz In Memoria

Por Elsie Carbó

Hace pocos días la colega Zenaida Ferrer me pidió que integrara el jurado del Concurso de periodismo Ricardo Saéz In Memoria que se celebra desde hace algunos años en el país, en cuyas bases compiten los géneros del periodismo en prensa escrita y también en blogs digitales con sus características específicas. Y en estos últimos se centró mi trabajo.

Nada fácil es el análisis de los blogs en la red, en los cuales además de indicar los temas y el uso de las normas del periodismo o la fotografía en las interfaces, había que clasificar la destreza en el buen manejo de las tecnologías en Internet y su impacto en la blogósfera.  Y dije que la encomienda no fue nada viable porque de entre los siete que se presentaron  había que escoger tres, y luego uno solo para el premio.

Así quedaron tres finalistas, que luego, el jurado presidido por José Dos Santos López e integrado por Angela Oramas Camero, Alberto Rodríguez Fernández, Mercedes Ramírez  Pérez y yo, otorgaría el galardón a la bitácora Cubacinco, de Rafael Hojas Martínez, por su ajuste a los requisitos que exige la convocatoria, la adecuada utilización de las tecnologías digitales, un atractivo diseño y buen manejo tanto de la fotografía y del periodismo, así como la selección y trascendencia de los temas escogidos por  su autor, unido a esto la actualización en tiempo real, y su posesionamiento en la red.

Los finalistas a los que hago referencia fueron además, Paquito de Cuba, de Francisco Rodríguez Cruz, y Cuba Ala Décima, de Pedro Péglez González. Cualquiera de ellos también pudo haber sido el ganador, pero solo uno debía alzarse con el galardón y ese fue Cubacinco.

Me gustaría explicar algunos aspectos que tomé en cuenta, por ejemplo, las reglas básicas para una buena navegación en Internet: como son usabilidad, actualidad, confiabilidad, interoperatividad, diseño centrado, colaboración en la web, y el compartir información en sitios web 2.0, web semánticas o wikis. Llegué a la conclusión que cualquiera de ellos se ajustaban a lo que buscábamos, sin que quiera decir que lo cumplirían todo exactamente, porque no es tan natural con los requerimientos tecnológicos y nuestras conexiones actuales, que inciden  fundamentalmente para poder usar sin interferencias los instrumentos de que disponemos.

A diferencia de otras web 2.0,  periódicos, revistas, web oficialistas, etc.,  pasivas para el lector, los blogs son creadores de contenidos dinámicos, generados por ellos mismos en una comunidad virtual, donde los usuarios no se limitan a la observación distante, sino que participan vivamente y se interrelacionan con el creador, de ahí su categoría.

Tomé en cuenta una serie de aplicaciones en la tecnología utilizada en el blog, que van desde la actualización en tiempo real, el sistema de gestión de contenidos, la dinámica, bases de datos y la estética visual, donde destacan el atractivo y el interés que capten en el lector, con esto quiero referirme a un punto necesario, el título, y hacer mi breve homenaje al inspirador de este concurso, Ricardo Sáenz, por ser él un excelente titulista y un profesional del periodismo, cosa que si cambiaría algo es en la tecnología de uso, nunca será en su esencia, porque un buen título es un buen título aquí y allá, no hay términos medios, todo el que trabajó con Ricardo lo sabe, y la web también se rige por esas premisas, la gente que entra en una web es por que básicamente busca algo.

Hacerlo sencillo, atrayente, curioso, simpático, es decisión del creador, es un sitio donde la gente no se sienta perdida o extraviada, o sencillamente defraudada. Leer en pantalla cuesta mucho, por lo que, en el caso de textos para Internet, hay que reducir y simplificar todo lo que puedas. La confianza es algo que cuesta mucho ganar. Si en el mundo real a veces nos cuesta fiarnos del vendedor del puesto de la esquina, imagínate cómo nos sentimos cuando navegamos en Internet y llegamos a un sitio dónde nos desanima algo en la presentación. El usuario abandona. Esto quiere decir que sin usuarios la página muere.

Esto es en línea general lo que tuve en consideración para seleccionar las tres bitácoras que precedieron, luego de la votación final, al primer lugar del concurso.

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 Adjunto además el resto de los premiados en prensa escrita que a partir de la calidad de los trabajos presentados, el Jurado decidió otorgar los premios siguientes: 

Información: 
PremioNovedades sobre grabación de voz de José Martí, de Randy Saborit Mora, de Prensa Latina. 
Reportaje: 
Premio:  La maldición de la cachiporra, de Bárbara Inés Avendaño Pérez, de la revista Bohemia. 
Comentario: 
Premio: Protección desprotegida, De Ramón Barreras Ferrán, del periódico Trabajadores
Menciones: 
-Educación vietnamita coquetea con el futuro, de Charly Morales Valdo, de la Agencia Prensa Latina. 
-De togas y de todos, de Liset García Rodríguez, de la revista Bohemia. 
Retrato para Entrevista: 
Premio: No tenemos por qué estar tristes, de René Pérez Massola, del periódico Trabajadores. 
Premio especial al mejor tratamiento de temas de la economía nacional 
Premio: “Las mieles son mas dulces”, De Ana Margarita González Martínez, del periódico Trabajadores.
Menciones:  
-Conjunto informativo sobre la implementación de los lineamientos económicos y nuevas medidas del modelo económico cubano, De Fidel Rendón Matienzo, de la Agencia de Información Nacional. 
-¿Quién le pone el cerdo al plato?, de Juanita Perdomo Lazareda, del periódico Trabajadores.  (Más información en www.cubaperiodistas.cu)

lunes, 4 de junio de 2012

Cultura del maltrato

Algunos de los medicamentos que irían a parar a la basura por caducar su fecha de utilización

Era demasiado soñar con que la doctora llegara temprano, atendiera a todos los pacientes y mi mamá saliera del consultorio con un diagnóstico o algunas recomendaciones que le atenuaran sus dolores en la columna.

Mami tiene 92 años pero está bastante bien para su edad, aunque sus eternos malestares en la espalda debido a la cervical y otros trastornos que siempre vienen con los años, la han tenido quejándose y medio postrada en estos días, ahora más que han arreciado las lluvias y la humedad.

Por eso decidí llevarla hoy lunes temprano a la consulta del médico familiar que me toca en mi comunidad, y como me queda a tres cuadras salimos con la fresca para  no quedar entre los últimos de la cola, sin embargo, mis expectativas se estropearon porque la doctora no fue a consultar, a pesar de que ella no tiene que pedir botella ni coge camello en esta ciudad, porque vive en los altos del mismo gabinete, un inmueble de dos plantas construido por la Revolución para esos fines y con la idea  de que los galenos no tengan que pasar trabajo para ir a trabajar y los enfermos gocen del placer de sentirse atendidos.

Mientras indagaban las razones que tuvo la doctora para no bajar observé que se tiraban a la basura un grupo de medicamentos que recién habían llegado del almacén, pero por su fecha de vencimiento (2008) no se podrían utilizar, según comentó la enfermera auxiliar que ya está cansada de dar las quejas en otras oportunidades por la misma causa.

_Estuvo de guardia el día antes. Al fin los pacientes tuvieron información y como es de esperar, calabaza, calabaza…. Incluida yo, lo que me hizo añorar al otro médico que trabajaba en este mismo consultorio número 9. Elier de Hombre, actualmente cumpliendo misión en el extranjero, a quien nunca una guardia de 24 o 30 horas en su correspondiente policlínica le impidió llegar a tiempo para cumplir con su jornada laboral, nadie lo vio nunca malhumorado, ni desatento, por el contrario, con el podías cantar esa canción de que a la hora que me llames voy. Tal vez por eso ya no está. Fue a brindar servicio primero en Belice y ahora en Venezuela.

A esta cultura del maltrato ya nos hemos acostumbrado como un buen mal, si vamos a ver, es un servicio gratuito y no se puede pedir más, nos hacemos de la vista gorda y tratamos de resolver por otras vías alternativas, con el amigo o con el regalo, igual parece que sucede con los medicamentos echados a perder, nadie responde por eso, y como siempre creí que decir públicamente estas cosas era hacerle el juego al enemigo de allá, confieso que en estos momentos ya no sé si mi enemigo está del lado de acá.


domingo, 5 de febrero de 2012

Un viaje a los dos santiagos

Como muchas nagües y nagüitos me piden que les cuente de mi viaje a Santiago, les diré por arribita que no es el mismo Santiago aquel yo conocí cuando todavía Callamba cantaba por Baracoa con la peor voz del mundo, ni la del Patricio que preparaba sus bacanes con chicharrones y leche de coco, pero se siente bonito, cómo no.

Hay a tu alrededor ese aire a lo oriental que no es otra cosa que ese tono musical en las mañanas cuando se reúnen en las esquinas para cotejar la próxima lid canina, (el epíteto callejero es de todos conocido pero como protectora de los animales solo de mencionarlo me da por sentirme mal),  y saborear un ron del oriente cubano que pone a gozar hasta la escultura de Pepe Sánchez, eso lo pude palpar muy bien desde mi primer amanecer en la calle Los Maceo, esquina Carnicería, adonde fui a parar por equivocación, como casi siempre le ocurre a los despistados como yo que se van con la primera pensando que todo lo que brilla se come si lo dice el taxista. Con el tiempo recortado y mis deseos de verlo todo la cosa es que en ese punto ya daba lo mismo irse que quedarse de aquella casa donde la propietaria ignoraba todo lo relacionado con un hospedaje, así las cosas, me acoplé a su estilo cervecero y aproveché el tiempo que me pisaba como una motoneta los calcañales, pienso en ese refranero de mi pueblo que dice que todo lo que sucede conviene pues palpé como protagonista las vidas en las dos Santiago, la profunda de los barrios, y la otra que le ofrecen al turista, que una cosa es con violín y la otra con tambor. Deambular por las calles que no son la de la Trova principal es conocer otra cara del cuc menos bonita y maquillada, la búsqueda de money lleva a kioscos de todo tipo de artesanía casera, café en las ventana, mameyes con buena pulpa y letreros de renta para extranjeros a cada tres pasos, pero mucho de eso no se corresponde a una calidad que lo haga a una repetir la dosis en otra pasada, falta eso, aún en renombradas paladares que gozan de cierta promoción. La otra santiago, como te decía, es la de las terrazas 5 estrellas desde donde se puede ver la bahía, las tejas rojas añoradas o el parque donde canta un Benny Moré con resuello cansado, desde esos espacios de piñas coladas y miradores en lontananza olvidas la noción de tu tiempo, a cuál turista le pasa por su mente que abajo hay alguien que no tiene acceso a los dátiles de Dubai ni a los higos del desierto? Quizá algunos que se aventuran a salir de Enramada en dirección a Padre Pico se sorprendan de que haya una vida precaria más allá de sus dominios, aunque no tendrían que ir tan lejos, si visitan las inmediaciones de la catedral, ahora en reformas, porque déjame decirte que cuando llegué pensé que se estaban preparándose para la emulación del 26 de Julio, estaba equivocada, se emperifollan para recibir al papa,  entonces esos visitantes de allende los mares se topan con esos necesitados, lo mismo hombres que mujeres, la mayoría entraditas en la cuarta edad, pidiendo algo para comer, al menos eso es lo que dicen, aunque hay malas lenguas que aseguran que es para beber, pero bebida o comida da igual, la cosa es que ese paisaje no es el de los folletos ni los libros de la feria. Para un noruego de Noruega o para la guajira de Cumanayagua esa visión fue proporcionalmente inversa al placer de una cena en el hotel Santiago. La fiebre de reconstrucción va desde los barrios más humildes que ponen y clavan ventanas y azoteas, hasta los sitios emblemáticos como el Cobre y la Catedral, está última apuntalada en su cúpula central con una penosa imagen de derrumbe, lo del Cobre si me impactó por su hermoso altar y las impolutas esfinges. Dos cosas me hicieron sentir esa gran emoción que te cierra la garganta y te hace suspirar, una fue estar frente a esa imponente estatua a Antonio Maceo que se alza en la Plaza de la Revolución, de la que ahora no pude poner la foto porque la tiene mi nieta en su cámara, y la otra esa hermosa iglesia en medio de las montañas a la que casi todo el mundo le confía sus sueños, ambas bien valen una misa como dijera alguna vez un viajero, por eso aprecié el esmero que ponen los artesanos en trabajar la madera y colocar la diminuta imagen en la rústica urna preparada con un pedazo de tubo de luz fría, a pesar de que fuera desconcertante la forma en que tratan al visitante para vender sus productos, “es que hay mucha necesidad”, me dijo una señora que vendía piedritas de cobre, y que después supe que eran de las minas de las montañas del fondo, recogidas a hurtadillas y envasadas y promocionadas como milagros para la suerte y demás, y aquí las traigo en mi bolsa, como un amuleto que me acompañará siempre en mi vida. Un recuerdo perdurable de ese loco viaje que tal vez nunca vuelva a realizar.

miércoles, 6 de abril de 2011

El Callejón de Hamel cumple 21 años

Cualquier detalle, algún viejo zapato, el reloj antiguo o una jicotea de río sirven para las donaciones

Salvador recorre con los amigos la parte casi terminada de lo que será en el futuro algo así como una escuela de arte para los muchachos de la zona

La idea es aprovechar esa parte donde el derrumbe de un edificio se perfilaba desde tiempos remotos

Habrá aulas para aprender escultura, pintura, cerámica, grabado, música y hasta danza, todo con la colaboración gratuita de amigos de todas partes

Lo interesante es que en este proyecto Salvador trabaja sin descanso desde hace 21 años, ninguna pared se permite el deterioro, ninguna pintura se descascara

El 23 vendrán muchos amigos a la celebración de todos los años, por aquí han pasado desde la orquesta sinfónica naciona hasta los poetas y percusionistas más connotados

Guaguancó, columbia, abakuá y yambú son los platos fuertes dominicales, no quiero ver qué ocurrirá si a la participación del público le aplicaran un cóver aunque sea en moneda nacional

El primer año se celebró con la akuona de Cuba Merceditas Valdés por eso la galería de Salvador lleva su nombre

Siempre hay un misterio que desentrañar, un güije por descubrir o un mito en el callejón

Al toque de una campana ya están acostumbrados los vecinos